KMI (Kinesis Myofascial Integration) Structural Integration
La terapia manual KMI surge como una adaptación del método de ‘Structural Integration’ que creó Ida Rofl en la década de los 70. Esta modalidad de terapia manual, más conocida como ‘Rolfing’ asume la idea central de que mejorando su estructura, el cuerpo humano puede funcionar mejor.
En concreto incorpora el concepto de ‘Anatomy Trains’ diseñado por uno de sus alumnos, (Tom Myers) que permite visualizar las conexiones del tejido blando y en particular de la ‘myofascia’ a lo largo del cuerpo, contemplado éste como una unidad, ‘como un todo’ más que como un grupo de partes individuales.
¿Qué es la estructuración integral?
La estructuración integral es un método de terapia manual integradora, dirigido a recuperar el equilibrio natural del cuerpo y a reeducar el movimiento a través de manipulaciones profundas del tejido conectivo.
¿Para qué?
Se busca reorganizar los diferentes segmentos corporales con el fin de mejorar su funcionamiento.
Integrar de una forma más eficaz estos segmentos puede favorecer el equilibrio y la armonía entre la estructura física y psíquica.
Ampliar y trasladar la conciencia corporal a la vida cotidiana de modo que se produzca una integración real de los cambios experimentados.
¿Para quién?
Para quien busca moverse de un modo más eficiente.
Puede aliviar problemas de dolor y tensión muscular crónica como el dolor de espalda, cuello y hombros e incrementar los niveles de energía.
La persona que experimenta el método KMI tiene un papel activo en un proceso que educa en el movimiento y fomenta una relación mas directa con el cuerpo.
Proceso
Consta de 12 sesiones espaciadas entre una o dos semanas. Cada sesión dura 90 minutos y se construye sobre la sesión anterior en intervalos de una a dos semanas.
Estas se llevan a cabo en una camilla de masaje y en diferentes posturas, con el cliente en ropa interior o traje de baño.
Tomar fotos facilita la evaluación minuciosa y comprobar los cambios que se han producido en el cuerpo durante las sesiones.
Cada sesión empieza con una evaluación postural. A partir de esta evaluación se decide qué áreas parecen estar más tensas y restringidas.
Se te pedirá hacer pequeños movimientos al mismo tiempo que se trabaja manualmente en un segmento corporal.
Durante las sesiones de KMI también se trabajan otros aspectos como la respiración, la forma de caminar, el uso del cuerpo y la percepción a través de los sentidos.
Para el final de la sesión 12 se ha trabajado el cuerpo entero con el fin de eliminar las restricciones que limitan el movimiento y crean tensión dentro del sistema miofascial.
Después es posible recibir sesiones de manera ocasional para reforzar el trabajo
Posibles beneficios:
A lo largo del proceso la persona que recibe las sesiones puede notar cambios progresivos tanto en su estado físico, psíquico y emocional:
Mejora de la postura y el aspecto físico.
El movimiento fluido.
Reducción de tensión y dolor crónico o agudo.
Recuperación y prevención de lesiones.
Calma mental
Disminución de stress y ansiedad.
Incremento de la relajación y el sueño.
Aumento de los niveles de energía y bienestar personal.
Mejora de la percepción del propio cuerpo.
Desarrollo de la conciencia o inteligencia corporal.